Cumplimiento

Compliance penal en una empresa, ¿para qué sirve y que ventajas ofrece?

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En qué consiste el Compliance penal en una empresa

El Compliance o cumplimiento penal es un conjunto de herramientas preventivas que tratan de evitar infracciones penales en la empresa. Según el Código Penal, se registran diferentes delitos que pueden cometer las personas jurídicas: estafa, cohecho, tráfico de influencias o blanqueo de capitales, entre otros. Con el fin de prevenir internamente los delitos de las personas jurídicas, se crea este sistema conocido como Compliance penal.

El Compliance penal surgió a principios del siglo XXI a raíz de la crisis financiera, pues el cumplimiento de delitos penales en las empresas cobró relevancia, por lo que se hizo necesario exigir un mayor control y transparencia. Esta necesidad dio lugar a los sistemas de cumplimiento penal.

Responsabilidad penal

Un sistema de Compliance no busca sólo evitar sanciones penales a la empresa, sino promover una cultura ética empresarial con respecto a las leyes. Dentro de este sistema, existe la figura del Compliance Officer, encargado de ejecutar el plan de prevención de riesgos penales dentro de la compañía. Su principal función es realizar un seguimiento eficaz de la correcta implantación del sistema de cumplimiento, su desarrollo y el asentamiento de las medidas.

Beneficios de elaborar un sistema de Compliance

Los objetivos que persigue un sistema de Compliance son:

  • Identificar los riesgos penales relacionados con la empresa.
  • Prevenir y detectar conductas ilícitas.
  • Fomentar la cultura ética empresarial.
  • Proteger a la compañía en casos de infracciones y reducir las sanciones.
  • Conocer las actualizaciones de las normativas del mercado y el sector, etc.

Con todo esto, resulta lógico elaborar un sistema de Compliance ya que solo aportará beneficios a la empresa:

  • El Compliance facilita que la empresa cumpla con todas las normativas vigentes.
  • Un sistema de cumplimiento mejora la reputación de la empresa, ya que integra políticas éticas, de integridad, anticorrupción y controles de seguimiento para su debido cumplimiento.
  • Se contribuye a perseguir, mitigar y evitar el fraude interno.
  • Contar con un sistema de Compliance es una apuesta de confianza con las partes interesadas del negocio: accionistas, inversores, clientes, proveedores, ejecutivos. Gracias al cumplimiento penal se ponen sobre la mesa los compromisos éticos de respeto a la legalidad, transparencia y cumplimiento de la compañía.
  • Aplicar los códigos éticos, antisoborno y anticorrupción ayuda a posicionar a la empresa para conseguir licitaciones.
  • Contar con un canal de denuncias interno, ya que la Fiscalía tiene especial consideración por el descubrimiento de delitos detectados por la propia compañía. Desde el 17 de diciembre de 2021, las empresas privadas con 50 o más trabajadores están obligadas a establecer un canal de denuncias, según la directiva (UE) 2019/1937 y la Ley reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción por la que se transpone la directiva previamente indicada en España (a falta de su aprobación en el parlamento).

Requisitos que exige el Compliance penal

Para que un sistema de Compliance sea efectivo y pueda ser estimado por un juez como atenuante de la responsabilidad penal de la empresa, deberá contar con los siguientes requisitos:

  • Detectar actividades sospechosas en las que puedan cometerse delitos.
  • Diseñar e implantar protocolos de cumplimiento penal.
  • Crear un sistema disciplinario que sancione el incumplimiento de las medidas recogidas en el sistema.
  • Realizar un seguimiento periódico del plan y mantenerlo actualizado.

Cómo implantar un sistema de Compliance en la empresa

El primer paso para implantar un sistema de Compliance en la empresa es crear el órgano encargado de las funciones de cumplimiento penal. Esta comisión puede estar formada por una o más personas con formación y experiencia adecuadas y que tengan en cuenta las necesidades de cumplimiento legal de la empresa.

Una vez creado el equipo de Compliance, se pasa a la realización de un mapa de riesgos a los que se enfrenta la compañía considerando los posibles delitos a los que está expuesta.

Para dar respuesta a las posibles infracciones, el sistema de Compliance debe estar provisto de protocolos de actuación. La definición de pautas debe ser puesta en conocimiento de todas las áreas de la empresa.

Además de los protocolos de actuación, es necesario contar con un código ético que ponga en valor la cultura de la organización. Esta norma de conducta define las exigencias básicas de comportamiento dentro de la empresa y debe estar redactada de manera accesible y comprensible para todos los empleados.

En el supuesto de que surjan comisiones de delitos, se debe establecer un régimen disciplinario que sancione estas conductas, en base al principio de proporcionalidad. Es decir, adaptar las sanciones en función de la gravedad de las infracciones cometidas.

Un sistema de Compliance completo debe contar con un canal de denuncias interno en el que todos los miembros de la organización tengan acceso para avisar de las conductas delictivas dentro de la empresa. Esta herramienta es muy útil, ya que permite la implicación directa de los empleados.

Existen estándares como la ISO 37301, UNE 19601 o la ISO 37001 que establecen los requisitos para implantar, mantener y mejorar de forma continua el sistema de gestión de Compliance en las empresas. Contar con estas certificaciones aporta un valor adicional a las compañías que cuentan con una cultura ética de calidad.

¿Es obligatorio el Compliance para las empresas?

Contar con una comisión de Compliance penal en la empresa no es un requisito obligatorio para las compañías, aunque es una práctica muy recomendada. No obstante, lo que sí debe ser un trabajo obligado es conseguir un óptimo cumplimiento dentro de la empresa.

Las empresas que no cuentan con un sistema de Compliance penal, que no realizan un seguimiento de los posibles delitos internos, se enfrentan a importantes riesgos como:

  • Sanciones millonarias
  • Disolución de la organización
  • Suspensión de la actividad económica
  • Cierre de locales y establecimientos
  • Inhabilitación para conseguir subvenciones, ayudas públicas y bonificaciones
  • Empeoramiento de la reputación empresarial
  • Consecuencias de carácter personal

Por suerte, existen herramientas capaces de automatizar los procesos y reducir la incertidumbre de riesgos y Compliance para que la empresa sea más segura, resiliente y gestione correctamente los cumplimientos. El software GRC de GlobalSuite tiene como objetivo optimizar los métodos manuales automatizándolos.

Entre sus módulos, el software cuenta con Compliance Management que monitoriza y evalúa el grado de efectividad del plan Compliance de la compañía con base a los estándares de cumplimiento vigentes.