Un sistema GRC ayuda en la optimización de procesos y la reducción de la incertidumbre que los riesgos corporativos y el nivel de cumplimiento pueden generar en las organizaciones. Su objetivo es que sean más robustas, resilientes y gestionen correctamente el cumplimiento legal y normativo.
Un sistema GRC propone crear y coordinar políticas y controles, que respondan a la materialización de un riesgo o a los requisitos de cumplimiento de la organización. Además, permite la automatización de muchos procesos lo que aumenta la eficiencia y reduce la complejidad.