El concepto de contraseña se desarrolló para ayudar a los usuarios a controlar el acceso hacia algún recurso que no queremos compartir, principalmente información. Las contraseñas son la principal barrera que evita que un actor malintencionado pueda acceder a nuestras redes sociales, correos electrónicos u otros servicios como el comercio on-line.
Al tener una función tan crítica, los ciberdelincuentes intentarán obtenerlas por todos los medios. En abril del 2021 Facebook fue víctima de una filtración de 500 millones de usuarios, entre la información filtrada se podía encontrar las direcciones de correo electrónico, la fecha de nacimiento, el número de teléfono o la ubicación geográfica de la persona.
En 2014, Forbes fue víctima de un ataque por el ciber ejército sirio, se filtraron los datos de 1 millón de usuarios, y también se publicaron las contraseñas de las víctimas.
Hay números casos de ataques como estos y por ello es de vital importancia tomar una serie de precauciones a la hora de configurar nuestras contraseñas para reducir los riesgos, especialmente cuando se trata de servicios abiertos a Internet.